de Willa Cather

Barcelona, Alba, enero 2015.
Traducción de Gema Moral.
272  págs.

La conquista del oeste americano sin la épica de los cowboys y las guerras con los indios. Willa Cather retrata la colonización de la tierra, la de la agricultura ganando yardas a territorios rocosos, la de la creación de grandes fincas y la fertilización del suelo. El retrato de un mundo mítico, más femenino que masculino, que la autora sitúa en Nebraska, pero con un topónimo de cosecha propia: The Divide y la aldea de Hanover, habitada por noruegos, suecos, alemanes, franceses… y otros pioneros que todavía tienen muy presente su origen y se esfuerzan por hablar la lengua franca que les permite comunicarse entre todos.

«Escúcheme, ama. Hará bien de tenerlas en cuenta, estas cosas. Ya sabe que los ataques que sufro vienen de Dios y que yo jamás haría daño a ninguna criatura viviente. Usted cree que cada cual debe adorar a Diosa de la forma manera que le fue revelada. Pero esto no es lo que piensan en este país. Aquí lo que piensan es que todos tenemos que hacer lo mismo. Me desprecian porque no voy calzado, porque no me corto el pelo y porque tengo visiones. En casa, en el viejo país, había muchos como yo, tocados por Dios, o que habían tenido visiones en el cementerio, por la noche, y después fueron distintos. No les hacían caso y les dejaban tranquilos. Pero aquí, si un hombre es distinto en sus pies o en su cabeza, lo meten en el asilo.»

Nos gustó tanto que hablamos de él en la radio:

E incluso hicimos una sesión de club de lectura, la crónica del cual podéis leer aquí (en catalán).